La madurez clínica proveniente del conocimiento a través de los años de contacto con las pacientes
y de estar al día en los avances clínicos y tecnológicos culmina con el difícil arte de saber tomar
“decisiones en Medicina”. Las variables que se exigen para desarrollar este arte finalista de nuestra
capacidad vienen dadas por la práctica clínica, la experiencia acumulada, el estudio, el conocimiento
y la sincronía con las fuentes de actualidad en constante avance. Cada una por sí sola puede constituir
una potencia especializada, pero incompleta. De nada vale abundar en parcelas atomizadas en
Medicina si no está constituida por el conjunto de conocimientos, habilidades y resultados que cabe
obtenerse de un buen clínico, ya que todo ello redundará en las pacientes y en nuestro avance.
Contenido del Curso
Sobre los Coordinadores
Juan Mario Troyano Luque