Por todas estas razones, un diagnóstico temprano detectando aquellas mu- jeres con un riesgo incrementado de padecer anemia y la instauración de un tratamiento para revertir esta situación es fundamental en la práctica clínica diaria. El nivel socio-económico bajo, la adolescencia, una dieta inadecuada, un intervalo entre gestaciones corto y la paridad se han postulado como fac- tores de riesgo para sufrir anemia durante el embarazo.11 Numerosas guías de manejo de la anemia ferropénica durante el embarazo re- comiendan los suplementos orales de hierro como primera línea de tratamien- to, considerando una respuesta positiva al tratamiento cuando se objetiva un aumento de los niveles de Hb a las dos semanas. Además, una vez alcanzado el rango de normalidad, los suplementos deben continuarse durante tres me- ses y al menos seis semanas posparto con el objetivo de restaurar las reservas de hierro en el organismo.12 En nuestro caso, tras ocho semanas de ferroterapia oral,la paciente normalizó sus niveles de ferritina y hemoglobina en suero, dejando de cumplir criterios diagnósticos tanto de anemia ferropénica como de déficit de hierro. El trata- miento superó los tres meses de duración recomendados. Sin embargo, aunque la anemia ferropénica es el tipo de anemia más preva- lente en el embarazo, no hay que olvidar el diagnóstico diferencial con otros tipos de anemia en función del perfil de la paciente. El déficit de vitamina B12 y ácido fólico es la causa más frecuente de anemia macrocítica. Estos nutrientes son esenciales para la síntesis de ADN y ARN y valores bajos pueden producir defectos del tubo neural en el embrión como anencefalia, encefalocele o síndrome de espina bífida. La anemia hemolítica13 autoinmune es debida a una producción de anticuerpos contra la membrana de los glóbulos rojos. Un tratamiento precoz con corticoides es esencial, ya que, en estos casos, las transfusiones sanguíneas pueden empeorar el estado de la paciente incrementando la formación de anticuerpos en plasma.14 En el caso de la anemia por trastornos crónicos, es imprescindible realizar un despistaje de la patología subyacente como infecciones activas, inflama- ciones crónicas o neoplasias, ya que su tratamiento revierte la situación de anemia.15 44