A las cuatro semanas del tratamiento (17 SG) se realiza un hemograma de control en el que se objetiva un ascenso de la hemoglobina a 10,1 g/dL y del hematocrito al 31,3%. En el control posterior correspondiente a las 21 SG, sin embargo, llama la atención un descenso de la hemoglobina a 9,3 g/dL y del hematocrito a 28,7%, por lo que se cambia la pauta de tratamiento y se decide incrementar la dosis a un comprimido cada doce horas. En el control sucesivo (25 SG) la paciente refiere estreñimiento desde el cambio de tratamiento y en la analítica destacan la hemoglobina con 9,6 g/dL y hematocrito del 30,5%. Ante la falta de mejoría analítica y la aparición de efectos adversos gastrointestinales atribuibles al tratamiento, se hace hincapié en la importancia de la adherencia al tratamiento y se recomienda su toma al acostarse o entre comidas junto con vitamina C para favorecer su absorción; evitando tomarla con alimentos que puedan interferir con la misma, como té, leche o café. A pesar de las indicaciones dadas y de la correcta toma de la medicación según refiere la paciente, los valores analíticos se mantienen, con una hemoglobina de 9,4 g/dL y un hematocrito del 30,2% (29 SG). Ante los hechos, se solicita una valoración al Servicio de Hematología. Tras el estudio del caso se cambia el tratamiento con hierro oral por hierro intravenoso. DISCUSIÓN La anemia en el embarazo es un problema de salud pública; la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en torno al40% de las mujeres embarazadas tienen anemia. El criterio para definir la anemia durante la gestación1 difiere al empleado fuera del embarazo. El US Center for Disease Control and Prevention (CDC) establece diferentes puntos de corte en función del trimestre del embarazo: Hb <11 g/dL o hematocrito <33% en el primer y tercer trimestre, así como Hb <10,5 g/dL o hematocrito <32% en el segundo trimestre. La OMS2 no hace distinciones y considera anemia cuando Hb <11 g/dL o hematocrito <33% durante cualquier momento de la gestación. En la práctica clínica habitual1 se considera adecuada la utilización de cualquiera de los dos criterios. La anemia fisiológica del embarazo y el déficit de hierro son las dos principales causas de anemia durante el embarazo. Los cambios fisiológicos que ocurren durante la gestación dan lugar a una anemia dilucional debida al aumento 6