La ausencia de antecedentes, tanto familiares como personales, hacía poco probable una anemia hemolítica hereditaria, como la esferocitosis hereditaria o eldéficit de glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa o una hemoglobinopatía como talasemia o drepanocitemia, muy rara entre la población caucásica. Por otro lado, una anemia carencial por déficit de vitamina B o de ácido fólico12 cursaría con un fenotipo macrocítico, no microcítico. Finalmente, nos quedaría pensar en una anemia hemolítica de tipo autoinmune con debut durante el embarazo, hipótesis que también quedó descartada al realizar un test de Coombs directo, con resultado negativo. Las causas de disnea de origen cardiaco son amplias y variadas (valvulopatías, miocardiopatías, enfermedades del pericardio, arritmias…), pero todas ellas conllevan cierto grado de insuficiencia cardiaca, que se expresa, entre otros síntomas, con disnea. En nuestro caso, ante la presencia en la radiografía de tórax de una dudosa cardiomegalia (que posteriormente se comprobó que correspondía a la masa en mediastino anterior), se realizó una ecocardiografía transtorácica,descartándose razonablemente todas esas causas. Además, la presencia de un ligero derrame pericárdico sin signos de taponamiento no podía justificar la disnea. Elelectrocardiograma en taquicardia sinusal descartaba, igualmente, los trastornos del ritmo cardiaco susceptibles de producir disnea. Como causas de disnea de origen respiratorio se valoró la idea de una reagudización de asma bronquial, poco probable ante la auscultación pulmonar anodina, sin sibilancias ni tos, y la ausencia de historia previa de atopia o alergias. Otra sospecha diagnóstica, esta de mayor peso, fue la de tromboembolismo pulmonar, debido a que el embarazo es por sí mismo un factor de riesgo para desarrollar trombosis venosa, por tratarse de un estado de hipercoagulabilidad y estasis sanguínea. La hipótesis de trastorno metabólico, como una acidosis metabólica o una sepsis, fue descartada rápidamente ante una gasometría que fue estrictamente normal y la ausencia de signos de infección (afebril,ausencia de leucocitosis, no elevación de la proteína C reactiva [PCR]). La disnea fisiológica de la embarazada suele tener un comienzo más temprano y tiende a estabilizarse a medida que avanza la gestación, por lo que no coincide con el tipo de disnea que evidenciaba nuestra paciente.1 30