TRATAMIENTO Y EVOLUCIÓN Se inicia tratamiento oral con 105 mg de hierro en forma de sulfato ferroso al día (1 comprimido via oral). Se explica a la paciente la importancia de llevar a cabo una alimentación saludable, aumentando la cantidad de alimentos ricos en hierro (como son las carnes rojas, vísceras y pescado), y se la anima a mejorar su absorción con la toma de vitamina C a través del consumo de cítricos. La evolución de la paciente fue satisfactoria, presentando mejoría clínica, con cese de astenia y debilidad generalizada. También se objetivó una mejoría analítica,con un último hemograma en tercer trimestre de gestación con valores de hemoglobina de 13 g/dL. Señalar que, en esta gestación, el patrón de crecimiento fetal fue normal y el peso al nacer resultó 3.560 g, tras un parto eutócico a las 38 semanas. DISCUSIÓN Hemos de saber que la anemia ferropénica se considera el déficit nutricional más frecuente en el mundo, afectando a un 15% de la población. Además, el déficit de hierro es la causa más frecuente de anemia en el embarazo. La OMS estima que, a nivel mundial, unos 56 millones de mujeres embarazadas evidencian anemia ferropénica. Según estudios poblacionales, sabemos que la prevalencia de anemia ferropénica durante el primer trimestre del embarazo podría encontrarse entre un 3,5-7,5%, elevándose hasta un 15,6-55% en el segundo trimestre, debido al aumento de requerimientos nutricionales durante la gestación.1 A nivel nutricional, en una mujer sana las necesidades medias diarias de hierro son de 4,4 mg/día. Estas necesidades aumentan progresivamente durante el embarazo desde 0,8 mg/día en las primeras diez semanas hasta 7,5 mg/día en las diez últimas. La clínica de la anemia ferropénica incluye fatiga, letargia, caída del cabello, disnea, palpitaciones y cefalea. Los signos clínicos incluyen palidez, glositis y queilitis.Todo ello se puede ver incrementado de forma más severa en el embarazo. Precisamente, la clínica acusada por la paciente de este caso durante la anamnesis. 78