Otras anemias carenciales, como la anemia megaloblástica por déficit de áci- do fólico o vitamina B12, son mucho menos frecuentes gracias a la suplemen- tación sistemática en las gestantes (1). El déficit de hierro, con o sin anemia, durante el embarazo, se asocia a bajo peso fetal al nacimiento,prematuridad y mayor mortalidad perinatal (sobre todo en casos de anemia con Hb por debajo de 8,5-9,5 g/dl.Desde el punto de vista materno, la ferropenia se asocia al desarrollo de anemia ferropénica en el tercer trimestre y a la presencia de alteraciones como fatiga, caída del cabello, depresión y reducción de la capacidad intelectual global (3). Cuando se establece la anemia ferropénica, aparece palidez, mareos, debilidad, ce- faleas, palpitaciones y disnea. Estos síntomas, en ocasiones se enmascaran con la propia sintomatología del embarazo. Para definir la anemia durante el embarazo hay que tener presente la pre- sencia de la “pseudoanemia fisiológica dilucional del embarazo”,reflejo de una disminución de la hemoglobina, número de hematíes y hematocrito, con- secuencia de un aumento proporcionalmente mayor del volumen plasmático respecto al aumento de la masa celular eritrocitaria. Este hecho se detecta ya en el primer trimestre y es más marcado en el segundo. Esto ha provocado que, según organismos diferentes,haya puntos de corte distintos: Centers for Disease Control and Prevention (CDC) considera anemia un valor umbral para la hemoglobina en mujeres embarazadas <11 g/dl durante el primery tercer trimestre, y <10,5 g/dl durante el segundo. Sin embargo, la OMS prefie- re no hacer distinciones según trimestres, considerando anemia una Hb <11 g/dl.En el periodo osparto,puna concentración de Hb <10 g/dl indica una anemia clínicamente significativa (2, 3). Para el diagnóstico diferencial de la anemia, la medición de la ferritina sérica tiene la mayor sensibilidad y especificidad, a menos que exista una afección inflamatoria concurrente, ya que se trata de un reactante de fase aguda (1). La ferritina sérica nos va a informar del estado de las reservas de hierro en el organismo y es el parámetro que más precozmente se altera cuando e hierrol empieza a disminuir.No hay otra situación, aparte del déficit de hierro, en que los niveles de ferritina disminuyan. Otros parámetros, como la sideremia, la transferrina y el índice de saturación de transferrina, también se pueden usar en el diagnóstico de ferropenia y ane- mia ferropénica, pero carecen de la sensibilidad y especificidad de la ferritina. 14