Atendiendo a la clasificación propuesta por la FIGO (3), el sangrado menstrual abundante entra en el grupo de alteraciones por cantidad, y las causas que lo originan pueden ser estructurales o funcionales (4). Una de las complicaciones más frecuentes de un sangrado es la anemia fe- rropénica, más acentuada cuanto mayor sea la cuantía o la duración en el tiempo, y que en ocasiones es refractaria o de difícil control con ferroterapia por vía oral. En la mayoría de guías, la anemia que requiere transfusión es aquella cuyas cifras de hemoglobina se encuentran por debajo de los 7 g/dl, aunque en otras se propone cuando los niveles se sitúan entre 7 y /dl siendo esta indicación más orientada hacia un posoperatorio (5). CONCLUSIÓN Una correcta anamnesis y un diagnóstico precoz pueden prevenir las limita- ciones derivadas de un sangrado excesivo o crónico o las complicaciones en la evolución, en los casos de patología estructural. Las consecuencias derivadas de una anemia prolongada, aparte de una afec- tación a la calidad de vida, tienen un impacto social y económico importante. En este sentido, el diagnóstico precoz y el establecimiento de un tratamiento adecuado no solo ayudarían a una recuperación temprana, sino a la dismi- nución de la comorbilidad asociada y a la reducción de costes tanto directos como indirectos. En este caso concreto, en el contexto de una captación precoz, podría haber- se intentado un tratamiento médico hormonal basado en gestágenos para el control del sangrado y una valoración ecográfica seriada de los miomas, que sumado a la ferroterapia hubieran supuesto el primer escalón terapéutico. 38